Mensaje para Sukkot 5773/2012
Si
alguien me preguntara: “¿Cómo describirías la experiencia de la
Fiesta de los Tabernáculos (Sukkot)
en tu vida?”
Yo
respondería lo siguiente: “Cuando escuché el sonar del la trompeta
(shofar) reconocí que debía arrepentirme.
Luego de eso, experimenté un proceso de 10 días de limpieza (uno por cada mandamiento que
había quebrantado). Luego de haber hecho todo
esto, ahora estoy listo para que se derrame sobre mí la misericordia y la
bendición del Padre Eterno.”
Las Tres Santas Convocaciones Anuales (Pesaj, Shavuot, Sukkot) que Elohim
(Dios) ordenó a su pueblo a celebrar estaban destinadas a mostrar la llegada y
manifestación de Yeshua (Jesús) el Mesías prometido al pueblo de Israel y al
mundo. Suena un poco contradictorio el versículo bíblico de Juan 3:16 que
dice: “porque de tal manera amó Elohim
(Dios) al mundo…” y el versículo que luego Yeshua (Jesús) dice en Mateo
15:24: “No SOY ENVIADO sino a las
ovejas perdidas de la casa de Israel…”. Sin embargo, no hay tal contracción.
Cada convocación (reunión) que Elohim (Dios) ordenaba a su pueblo a celebrar
estaba dirigida a todo natural de Israel y también al extranjero que habitara
entre ellos. Esto era un mandato perpetuo por parte de Elohim (Dios) a todos
por igual. Ver Levítico 23.
Pero, ¿Qué quiso decir Yeshua (Jesús) entonces al referirse a las ovejas perdidas de Israel? y ¿Qué quiso decir Elohim (Dios) al entonces enviar a Yeshua (Jesús) al mundo? La respuesta la encontramos en la diáspora, la dispersión de Israel a través de todo el Mundo. Yeshua (Jesús) fue enviado a las ovejas perdidas de Israel, mientras predicaba en Jerusalén. Lee con detenimiento la siguiente explicación: La Casa (tribu) de Judá estaba compuesta por Judá y Benjamín, dos (2) de las doce (12) tribus de Israel. La Casa de Israel estaba compuesta por las restantes 10 tribus las cuales se mezclaron entre las naciones y se dispersaron por todo el mundo. ¡Ese era el propósito de Yeshua (Jesús)!: venir por los suyos; los que estaban en Jerusalén y los que se dispersaron por el mundo.
Cada celebración tiene una relación directa entre Yeshua (Jesús) y su pueblo. En Pesaj (Pascua) se muestra la redención por medio de la sangre, la purificación del pecado a través del consumo de un pan sin levadura, y la resurrección como la primicia para Elohim (Dios). En Shavuot (Pentecostés) se muestra la celebración de 50 semanas entre las primicias y el recibimiento de la Torá en la cual también se recibió la promesa del Espíritu Santo. También se muestra el periodo de separación y futuro regreso de Israel a su tierra prometida. En Sukkot (Tabernáculos) se oyen los sonidos de trompeta que llaman al pueblo al arrepentimiento y retorno al Señor seguido de la recordación de que su Pueblo está cubierto y sostenido por Su presencia en todo momento.
Sukkot marca el renacer de Israel bajo la cobertura del Señor. Nosotros somos dirigidos por el calendario de Elohim (Dios), el calendario hebreo. Aunque vivamos en el calendario gregoriano, es el calendario hebreo el que marca las fechas exactas de cada celebración ordenada por Elohim (Dios) cada año. Algunas congregaciones se pasan todo el año predicando afanadamente por despertar un arrepentimiento colectivo en la sociedad para que así haya bendición sobre la misma. Pero al seguir el calendario de Elohim (Dios) encontramos que cada celebración tiene su tiempo señalado (mo’ed) y dentro de este tiempo existe un período de arrepentimiento colectivo llamado Yom Kippur. ¿Puede un individuo arrepentirse en otro momento del año? Por supuesto que sí. Pero es necesario que después del acto de arrepentimiento, el individuo se una al estudio de la Torá para poder ponerse al corriente del calendario de Elohim (Dios) y conocer cómo Yeshua (Jesús) se manifesta en dicho calendario. Similarmente, éste individuo estará listo para unirse más adelante a un arrepentimiento colectivo de una nación que regrese a los caminos del Señor.
La celebración de La Fiesta de los Tabernáculos (Sukkot) es un recordatorio de la misericordia de Elohim (Dios) sobre sus hijos. No es un tiempo de aflicción; sino de regocijo. No se puede tener gozo completo cuando sabemos que hemos fallado al Señor. Sin embargo, una vez hemos hecho acto de arrepentimiento (t’shuva - retorno), tenemos entrada al gozo prometido. El hecho de que se construya una cabaña y habitemos en ella según la ordenanza del Señor, es para recordarnos que toda provisión viene de EL y que nuestra confianza debe estar solamente en EL y que en EL está TODO EL PODER Y DOMINIO. Esta celebración de Sukkot ocurre en un tiempo en dónde el clima comienza a ponerse frío y es preferible estar protegidos en la casa, pero Elohim (Dios) nos ordena a celebrarla para que recordemos que su misericordia estuvo con su pueblo en tiempos difíciles (incluyendo el clima) y nunca los abandonó. Pero, ¿Por qué tengo yo que hacer esta celebración si no soy judío? Sencillamente, si Elohim (Dios) no hubiese protegido a su pueblo, el linaje de Yeshua (Jesús) nunca habría sido protegido y Yeshua (Jesús) nunca habría llegado a salvarnos. Si recibimos a Yeshua (Jesús), nos regocijamos por la piedad que el Padre Eterno tuvo para con nosotros al proteger al pueblo de Israel a través del desierto y permitir así que Yeshua naciera.
En Sukkot, existen cuatro elementos que nos recuerdan que la provisión del Señor está a nuestro alrededor. Se reúnen 4 especies: ramas con fruto de árbol hermoso, ramas de palmera, ramas de árboles frondosos, y sauces de arroyos. Ver Levítico 23:33-43. El primer fruto usado tradicionalmente es el etrog, una especie de limón de Israel. Este fruto es de color amarillo intenso similar al fuego. Un recordatorio de que el fuego les protegió del frío del desierto, les dio luz en la oscuridad y los protegió de los enemigos. El segundo elemento lo son las ramas de palmera que son las llamadas Lulav, u hojas de dátiles. Esta rama representa al árbol que crece directo hacia el cielo de dónde provino el maná. El tercer elemento lo son las ramas de árbol frondoso, el mirto. Este pequeño árbol crece muy cercano al suelo. Esto nos recuerda que aunque éramos insignificantes en comparación con otras naciones y estábamos tocando el suelo árido del desierto, EL se mantuvo con nosotros. El cuarto y último elemento lo son los sauces de arroyos, el sauce. Este elemento crece junto a las aguas y nos recuerda el agua que nos mantiene vivos. El agua de vida.
Estas cuatro especies son mecidas al comenzar cada celebración, dirigiéndolas hacia los 4 puntos cardinales, dando honor y Gloria al creador del universo y confesando la gran esperanza de que los hijos de Elohim (Dios) sean traídos de todos los puntos de la tierra de nuevo a sus raíces.
En el último día de Sukkot (Simchat Torá – regocijo en la ley del Señor - el día número 8), culminaba con la celebración del derramamiento (libación) de agua. Durante los días de la existencia del Templo, el vino era ofrecido todo el año para libación de las ofrendas, pero en Sukkot se ofrecían dos bebidas: vino y agua. Este derramamiento de agua era simbólicamente un acto de vida y provisión que Elohim (Dios) otorgaría a sus hijos en el tiempo de regocijo por habitar en Su Presencia. Los rabinos de la antigüedad fundaron este acto de derramar agua basándose en las palabras del profeta Isaías en el capítulo 12: 1-6:
1) En aquel día dirás: Cantaré a ti,
oh YHVH; pues aunque te enojaste contra mí, tu indignación se apartó, y me has consolado. 2 He aquí YHVH es salvación
mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es YHVH, quien ha sido salvación para mí. 3 Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de
la salvación. 4 Y diréis en aquel día: Cantad a YHVH, aclamad su nombre, haced célebres
en los pueblos sus obras, recordad que su nombre
es engrandecido. 5 Cantad salmos a YHVH, porque ha hecho cosas
magníficas; sea sabido esto por toda la
tierra. 6 Regocíjate y canta, oh moradora de Sion; porque
grande es en medio de ti el Santo
de Israel.
Sukkot es una representación directa de Yeshua. EL nació el primer día de la Fiesta de los
Tabernáculos. También fue circuncidado al octavo día de dicha fiesta: Simchat
Torá – Regocijo en la Torá. EL es la “Salvación de Elohim (Dios)” y es “Elohim
(Dios) con nosotros”. Éxodo 25:8/Isaías 7:14. En Sukkot se acostumbra danzar alegremente
mientras se mira hacia el cielo y se hace la siguiente exclamación: “Aná Hashem Hoshia Na” que significa: “Oh YHVH
envíanos nuestra salvación.” Veamos Mateo
15: 21-28, 37-38:
21 Saliendo
Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. 22 Y he
aquí una mujer cananea que había salido
de aquella región clamaba, diciéndole: !Señor,
Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. 23 Pero
Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose
sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. 24 El respondiendo, dijo: No soy
enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 25 Entonces
ella vino y se postró ante él, diciendo:
!Señor, socórreme! 26 Respondiendo él, dijo: No está bien tomar
el pan de los hijos, y
echarlo a los perrillos. 27 Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun
los perrillos comen de las migajas que caen
de la mesa de sus amos. 28 Entonces respondiendo Jesús, dijo:
Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo
como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.
Mientras se acostumbraba
derramar agua sobre el altar del Templo en el último día de Sukkot, también
conocido como el día de la Gran Fiesta, Yeshua (Jesús) se levanta entre ellos y
se revela como el Mesías, el redentor del Israel. Vea Mateo 15: 37-38:
37 En el último
y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si
alguno tiene sed, venga
a mí y beba. 38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de
su interior correrán ríos de agua viva.
Más
adelante, Juan el Bautista recibe la visión del Señor en el Día del Señor, y
Yeshua (Jesús) le habla diciendo lo siguiente en Apocalipsis 22:16-17:
16) Yo
Yeshua (Jesús) he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las
iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de
la mañana. 17 Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que
oye, diga: Ven. Y el que tiene sed,
venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.
Recordemos de igual manera que al Yeshua (Jesús) morir en el madero y su
cuerpo ser traspasado por una lanza, de su costado salió sangre y agua (vino y
agua), los mismos dos elementos que eran utilizados tradicionalmente en el
útimo día de Simchat-Torah (Regocijo en la ley del Señor) demostrando así que
Yeshua (Jesús) era (y es) la Torá de YHVH hecha hombre para la salvación y la
sanidad de las naciones.
Cada Fiesta Solemne, Santa Convocación (mo’ed) del
Señor marca una temporada muy significativa para el pueblo de Dios. Estas
convocaciones son eternas (perpetuas). En esta celebración de Sukkot se muestra
una vez más (como en las demás celebraciones) la imagen de Yeshua (Jesús) y su
propósito para nosotros Su pueblo. ÉL nació en lo que tradicionalmente se
conoce como pesebre, en griego se le llamó “marbek”, pero en hebreo se le llama
“sukkah” que significa tabernáculo o residencia temporal. Esta “sukkah = marbek
o pesebre” solamente se hacía en otoño y duraba por 8 días, pero nunca hubo un pesebre
en ningún otro mes del calendario hebreo o gregoriano. No hubo pesebre en
diciembre. También hemos leído y hemos conocido que Yeshua (Jesús) es la voz
del shofar. ÉL es la trompeta de Elohim (Dios).
Su sonido fue claro: “arrepentíos
porque el reino de los cielos se ha acercado…”. Ese es el sonido de arrepentimiento
que el shofar suena durante Yom Kippur. Una vez el pueblo se arrepiente y
recibe a Yeshua (Jesús), entonces ÉL comienza a morar en nosotros y somos guardados en ÉL, nuestro tabernáculo
viviente y también derrama su agua de vida sobre nosotros.
Estemos pues, prestos a
recibir del Señor el mensaje de salvación a través del ministerio redentor de
Yeshua (Jesús), la Torá viviente del Padre Eterno, nuestro Rey del Universo.
¡Bendito Sea ÉL por los siglos de los siglos!
Amén.
¡Shabbat Shalom!
No comments:
Post a Comment