VIDA



April 29, 2013

Una Fe Bíblica (Nuestra Fe)



En el Judaísmo Mesiánico Bíblico (La Iglesia del Primer Siglo – La Senda Antigua) creemos en los siguientes elementos que sostienen nuestra Fe:

      I.        Creemos que La Biblia compuesta por la Tanaj (Tora y Profetas) y las escrituras subsiguientes mejor conocidas como el Nuevo Testamento (B’rit Hadasha – Nuevo Pacto), es la única infalible y autoritaria Palabra de Elohim (Dios). Reconocemos su inspiración divina y aceptamos sus enseñanzas como nuestra máxima autoridad en todos los asuntos relevantes a la práctica de nuestra Fe. [Deut. 6:4-9; Prov. 3:1-6; Sal. 119:89, 105; Jer. 31:31, 33; Isa. 48:12-16; Rom. 8:14-17; 2 Tim. 2:15, 3:16-17]

    II.        Creemos en Elohim (Dios) – Creemos firmemente que el “Shema”, Escucha Y’israel, Adonai nuestro Elohim, Adonai uno  Es[Deut. 6:4; Mat 22:37], nos enseña que Elohim es Ejad (Uno), tal y declarado como una unidad compuesta, eternamente existente en unidad plural [Gen. 1:1; Gen 1:26] “Hagamos al hombre a nuestra imagen…” [Gen. 2:24].  Adán y Eva fueron creados para ser “basar ejad” (una sola carne), y que también es un Elohim (Dios) personal el cual nos creó [Gen. 1 & 2] y que su función existe para siempre en tres caracteres diferentes: “Abba” (YHVH Padre), “HaBen” (Hijo) y “Ruaj HaKodesh” (Espíritu Santo) según lo señala Romanos 8:14-17 (YHVH Padre, Espíritu y Mesías – Hijo) y en Mateo 28:18-20 (inmersión en aguas bajo el nombre del YHVH, HaBen y Ruaj HaKodesh – Padre, Hijo y Espíritu Santo).

A.    YHVH (Dios Padre) [Juan 6:27; 1 Corintios 1:3; Gál. 1:1; Apoc. 3:5, 21; Jer. 3:4, 19; Mal. 1:6; Mat. 6:9, 32; Lucas 10:21-22; Juan 1:14; 4:23; 5:17-26; 6:28-46; Rom. 8:14-15].
B.    HaBen (Dios Hijo)
1.    YHVH tiene un hijo. [Sal.2; Prov. 30:4-6; Heb. 1; Lucas 12:35-37; Juan 1:29-34, 49; 3:14-18].
2.    El Hijo, llamado Yeshua (Jesús) [significa “Salvación de Elohim”] vino a este mundo nacido de una doncella (virgen). [Isa. 7:14;  Lucas 1:30-35].
3.    El Hijo es Elohim (Dios), y es exaltado como a Elohim (Dios), habiendo existido eternamente. [Sal. 110:1; Heb. 1:13; Isa. 9:6-7; Matt. 28:18-20; Fil. 2:5-11; Col. 1:15-19; Rev. (Apoc.) 3:21; (Heb. 1 – exaltado por los ángeles); Rev. 4:8, 5:5-14].
4.    Este es el Mashiaj (Mesías) prometido a los escogidos: [Is. 9:6-7; 11:1; Dan. 9:20-26; Isa. 53; Juan 1:17, 40-41, 45, 49; Marcos 8:29].
5.    Él es nuestro Pesaj (Pascua), el Cordero de Dios: [Ex. 12: 3-7; I Cor. 5:7; Rev. 5; Juan 1:29].
C.   Ruaj HaKodesh (Espíritu Santo)
1.    Presente desde la Creación del Mundo: [Gen.1:2]
2.    En la Tanaj (Torá y Profetas), el Espíritu de YHVH Elohim descendía sobre individuos durante los tiempos de nuestros primeros padres, como Moisés, David (2 Sam. 23:1-3), y los profetas, para propósitos específicos.
3.    En el Nuevo Pacto (N.T.), Yeshua HaMashiach (Mesías), prometió a sus discípulos que “el consolador” vendría a ellos una vez EL se fuera a los cielos. Se le conoce también como el Espíritu de la Verdad (Juan 14:17,26), quien estaba con ellos y permanecería con ellos. Yeshua también declaró que el Espíritu de la Verdad, nos guiaría hacia toda verdad y justicia y glorificaría – al Mesías – no a ÉL mismo (Juan 16: 13-15). El Espíritu Santo nos da poder (Hechos 1:8); Nos sella (Ef. 1:13; 4:30); Si no tenemos al Espíritu, no somos de ÉL (Rom. 8:9). ÉL nos revela y enseña (Rom 8:14-17); Su morada en nosotros nos restaura y nos ayuda a vivir bajo los mandamientos del Padre (Ezequiel 36:24-29; Hechos 2:38).

   III.        Creemos en la Planificación y Formación del Hombre hecho por Elohim (Dios)
A.    Creado a la imagen de Elohim (Dios) [Gen. 1:26-27]; con un llamado soberano (Is. 43:7), pero:
B.    Al haber desobedecido, cayó en una separación de Elohim (Dios) [Gen. 2:17; 3:22-24]. Por lo tanto, de acuerdo a las Escrituras, todo hombre y mujer somos nacidos con una naturaleza pecaminosa. (Sal. 14:1-3; 49:7; 53:13; Isa. 64:6; Rom. 3:9-12, 23; 5:12).
C.   La única esperanza de redención (salvación) para el hombre es a través del arrepentimiento a bajo el sometimiento a Yeshua HaMashiach (Lev. 17:11; Isa. 53; Dan. 9:24-26; I Cor. 15:22; Heb. 9:11-14, 28; Juan 1:12, 3:36), resultando en una restauración a través del Espíritu Santo (Tito 3:5), lo cual es el Nuevo nacimiento (Juan 3:3-8). Somos salvos por la Fe en la Gracia que nos fue dada por el Padre para acercarnos a ÉL (Ef. 2:8-9)

  IV.        Resurección y Juicio
Creemos en la resurrección de ambos, el redimido para una salvación eterna junto a Elohim (Dios) y el perdido para una separación eterna de Elohim (Dios) como una muestra de castigo eterno. (Job 14:14; 19:25-27;Dan. 12:2-3; John 3:36; 11:25-26; Rev. 20:5-6, 10-15; 21:7-8).

    V.        EL MESÍAS – Nuestro Redentor.
Las escrituras prometen dos (2) “venidas” del Mesías:        
A.    Primera Venida:
1.    Prometida en Daniel 9:24-26
2.    Su propósito era para crear en nosotros un espíritu de arrepentimiento por nuestros pecados y espíritu de reconciliación con el Padre. (Dan. 9:24-26; Isa. 53; Rom. 3:21-31; Heb. 9-10; Juan 3:16-17).
B.    Segunda Venida:
1.    Prometió que recibiría a sus creyentes en el aire para estar siempre con Él (I Tes. 4:13-18; Juan 14:1-6; I Cor. 15:51-57).
2.    Su regreso a la tierra.
a.    El Redentor regresará a Sión (Isa. 59:20-21; Zac. 14:4).
b.    La restauración espiritual de Israel (Zac. 12:8-13:1; Rom. 11:25-27; Heb. 9:28;Jer. 31:31-40; el Nuevo Pacto).
c.    La restauración nacional de Israel será reunir a todos los dispersos de entre las naciones del mundo (de los cuatro vientos) y la restauración del reino de la Casa de David (Isa. 11) para restablecer el trono de David, el cual permanecerá para siempre. [Isa. 9:6-7 (Lucas 1:30-33); Jer. 23:3-8].
  VI.        ISRAEL EN PROFECÍA
Creemos en el plan final de Elohim (Dios) para Israel y el resto del mundo. Una parte central del Judaísmo Mesiánico es la creencia en la restauración física y espiritual de Israel, como es enseñado en las Sagradas Escrituras. Uno de los más grandes milagros de nuestra era es el restablecimiento de Israel como estado, como nación, de acuerdo a las profecías (Ezequiel 34:11-31; 36-39; Os. 3; Amos 9:11-15; Zac. 12-14; Isa. 11; 43; 54; 60-62; 66; Rom. 11:1-34).

 VII.        JUDAÍSMO MESIÁNICO
A.    Reconocemos que el pueblo Judío, aquellos descendientes biológicos de Abraham, Isaac y Jacob, ya sea por línea paterna o materna, quienes han puesto su fe en Yeshua HaMashiach, continúan siendo Judíos de acuerdo a las Escrituras en (Rom. 2:28-29). Aquellos gentiles (biológicamente) que han puesto su fe en Yeshua, son injertados en el Olivo de la Fe Judía (Rom. 11-17-25), convirtiéndose en hijos e hijas espirituales de Abraham (Gal. 3:28-29).
B.    Observamos y Celebramos las Santas Convocaciones que YHVH dio a los hebreos de la antigüedad y judíos de nuestra era en las cuales existe un cumplimiento profético en y a través de Yeshua. Creemos con firmeza que el verdadero Judaísmo Bíblico, la fe de los creyentes del primer siglo, la cual practicamos, reconoce la continuidad en un solo Elohim (Dios), revelado a través de las Sagradas Escrituras y manifestado a través de su Hijo, Yeshua HaMashiach. Creemos que la salvación se obtiene únicamente en nuestra fe (confianza y obediencia) en Yeshua y su modelo de obediencia. No creemos que la salvación se obtiene por hacer buenas obras o por obedecer tradiciones rabínicas que no se fundamentan en la Torá o ley de YHVH.  (Gen. 15:6; Rom. 2-6; Ef. 2:8-9; Heb. 11:6, 39).
C.   Reconocemos que el cuerpo de creyentes bajo el Nuevo Pacto esta compuesto por ambos, Judíos y Gentiles que han recibido a Yeshua como el Mesías Prometido. La pared intermedia de separación entre ambos pueblos ha sido removida a través de la resurección de Yeshua en el madero y ahora TODA HONRA, PODER, GLORIA y ALABANZA la elevamos como un solo pueblo exaltando a un solo Elohim (Dios). (I Cor. 12:13; Ef. 2:13-14).


¡Que el Eterno te Bendiga y te Guarde!

El Ultimo Shofar (Rapto vs Arrebatamiento)


El Último Shofar es un mensaje dirigido al espíritu de un pueblo que anhela recibir al Mesías nuevamente y estar con ÉL por toda una eternidad. Este mensaje nos revela la intención del corazón de Elohim (Dios) con respecto a la segunda venida de nuestro Yeshua Ha-Mashiach como Mashiach Ben David (Mesías Hijo de David, Mesías Rey) a la tierra. Este mensaje es una herramienta de ayuda y enseñanza bíblica que nos permitirá entender mejor los tiempos que estamos experimentando como creyentes en la autoridad absoluta de la Palabra del Eterno y nos insta a prepararnos para poder enfrentarnos a los últimos años que restan antes del regreso de Yeshua a la tierra.

Parte I: Recomendaciones
                 Antes de que comience a recibir este mensaje le sugerimos lo siguiente:
1.       Este dispuesto a razonar sistemáticamente y reconozca la relación que hay entre los sucesos locales y mundiales y las partes que los protagonizan para que pueda obtener una mayor conciencia para comprenderlos y poder reaccionar proactivamente. Ignorar ésta relación puede traer mucho temor y confusión a su alma y consecuentemente terminará sirviendo a Dios por miedo; no por amor.
2.       Abra su corazón al entendimiento y analice cada evento con mucho detenimiento y disponga su alma a escuchar como si fuera la primera vez que se expone a este tema. Cuando incluyo los nombres “Jesús/Cristo” o “Dios” lo hago distintivamente ya que las características de estos dos personajes son a base de creencias mezcladas de griegos y romanos. Cuando cito a Yeshua Ha-Mashiach o a Elohim (Dios) estoy citando a los correctos nombres de según el original hebreo. La versión bíblica que uso es La Traducción Hebrea (Sefer-Davar) 2003 de Diego Ascunce y RVR 1960.

Parte II: Los Orígenes de la Teología del “Rapto”
                El sacerdote jesuita español, Emanuel Lacunza (1731-1801) estableció en su libro “La Venida del Mesías en Gloria y Majestad” en el año 1790, la venida pre-milenaria de Jesucristo, o sea, una aparición del Mesías ANTES del reino milenario. Inicialmente, esta obra literaria tuvo objeción por parte de la Iglesia Católica y la población judía por lo cual se publicó nuevamente bajo el seudónimo judío de Juan Josafat Ben-Ezra. Eventualmente, esta creencia fue difundida por Europa hasta llegar a Londres en 1816. Más tarde es traducida al inglés por Edward Irving en 1827.           Cuarenta (40) años después de la obra literaria de Emanuel Lacunza, en el año 1830 en Irlanda, una joven de 15 años de edad llamada Margaret McDonald (1815-1840) alega haber recibido una revelación especial en la cual un grupo de creyentes selectos y preparados podrán irse con el Mesías antes de que comience la Gran Tribulación en el mundo y regresar con ellos después que se acabe para entonces reinar por siempre.
                Un familiar de esta joven llamado Robert Norton tomó nota de esta visión estableciendo así la primera vez que alguien en Europa divide en dos la segunda venida del Mesías (ignorando que ya el jesuita Emanuel Lacunza había también comenzado a hablar de esto). Mientras tanto, desde la famosa capilla Regent Square Presbiteryan Church en Londres, John Darby, un famoso líder religioso, le dio vida y fama a esta nueva visión difundiéndola por el resto de Europa. Algunos opinan que Emanuel Lacunza escribió su libro basándose en las visiones de Margaret McDonald, pero esta opinión no coincide con la historia de la vida de ambos puesto que Emanuel Lacunza culminó los tres tomos de su obra en el año 1790, veiticinco (25) años ANTES de que naciera Margaret McDonald. La visión de Margaret McDonald ocurrió catorce (14) años después que falleciera Emanuel Lacunza. Sin embargo, podemos concluir que ambos eventos fueron precursores en la presente teología del rapto pre-tribunacionalista.
                El apóstol Pablo fue muy claro al advertirle a la comunidad mesiánica en Tesalónica, aproximadamente 20 años después de la ascensión de Yeshua al cielo,  que no se dejaran engañar por ningún espíritu o carta que hablara acerca del regreso de Yeshua a la tierra como si fuera algo que era respaldado por alguno de los apóstoles o como si fuera indicado por el Espíritu de Dios (2 Tesalonicenses 2). ¡Pablo hablaba bajo la unción y el poder del Espíritu Santo advirtiéndoles precisamente que en el futuro alguien escribiría acerca de la segunda venida del Mesías como si fuera algo adicional y revelado a otros por encima de lo que el Espíritu Santo ya había manifestado a la congregación del primer siglo a través de las Sagradas Escrituras!
                No podemos explicar en detalle esta teoría del “rapto pre-tribulacionanistla” si no incluímos la teología del dispensacionalismo en este mensaje. Esta teología afirma que Dios ha empleado diferentes medios de administración de su voluntad y su gracia según los diferentes períodos de la historia humana. La distinción del dispensacionalismo es que sostiene que Israel como nación y la Iglesia como cuerpo de Cristo no forman un único pueblo de Dios, sino dos pueblos con profecías, promesas y destinos diferentes. Más adelante, en otro estudio comprobaremos que este señalamiento de sustitución de destinos y profecías es incorrecto. El dispensacionalismo fue creado por un grupo de creyentes del movimiento pre-tribulacionalista a fines del siglo XIX. Este grupo de creyentes interpretó las profecías de las 69 y 70 semanas de Daniel para clasificar la administración de la voluntad de Dios en la humanidad en diferentes secciones o “dispensaciones”.
                La obra de Emanuel Lacunza, la visión de Margaret McDonald y la teología de las dispensaciones según los movimientos pre-tribulacionalistas y el protestantismo fundamentalista fueron eventualmente integradas al sistema de enseñanza teológica que formó parte de una nueva teoría difundida por el Moody Bible Institute de Chicago para la primera década del siglo XX que utilizó la famosa Biblia Anotada de Scofield como su libro de texto. En esta biblia, el Sr. Scofield aporta su teoría en cuanto a la misteriosa desaparición de creyentes en Cristo de una forma secreta.
                Estas diferentes teologías y creencias solamente han podido ser sustentadas utilizando “una nueva visión o revelación” ya que nadie, ni siquiera las escrituras señalan que ésta haya sido la enseñanza mostrada por Yeshua a sus discípulos, ni tampoco fuera profetizada por los sabios ni profetas de la antigüedad. Por eso debemos cuidarnos de establecer o sustentar creencias que parezcan ser reveladoras y no lo sean.
                Hay un rabino que admiro y respeto por sus enseñanzas el cual suele decir que “si algo es viejo, probablemente es cierto; si algo es nuevo, probablemente no lo es.” No perdamos de vista que mientras el adversario persigue y desacredita al pueblo judío, nuevamente intenta levantar la pared de separación que una vez Yeshua derribó en el madero (Efesios 2:11-22). Nuestro adversario está tratando de fomentar otra creencia aparte y diferente de la establecida en la Palabra de Elohim (Dios) que el pueblo judío preservó  y cuidó por tantos años.

Parte III: ¿Está sustentado “el rapto” según Lacunza, McDonald, y Scofield en las Sagradas Escrituras?
                Lee con detenimiento cada una de las siguientes frases o enseñanzas. Estas frases o enseñanzas son muy populares dentro del evangelismo tradicional. Hemos escuchado cada una de ellas, o al menos la gran mayoría de ellas. En muy pocas ocasiones (o casi ninguna) se ha cuestionado el origen de ellas, sino que al contrario, se continuan predicando y creyendo en su veracidad simplemente porque hemos respetado y confiado quien no las ha enseñado. Similarmente, así les sucedió a ellos(as) también, lo cual nos recuerda que seamos misericordiosos, cuidadosos y compasivos al momento de hablar de este tema. El Señor ha sido misericordioso y ha esperado pacientemente por nosotros y con su amor nos ha traído de vuelta hacia su Palabra. Así debemos de ser nosotros con nuestro prójimo.
                Leamos las siguientes frases o enseñanzas:
1.       Como recompensa por haber aceptado a Cristo, la Iglesia Cristiana escapará del mundo justo antes de que comiencen los tiempos de tribulación y la aparición del anticristo.
2.       El “rapto” es un evento repentino, secreto y aislado del mundo. Sólo los cristianos que se hayan quedado se darán cuenta.
3.       Los judíos rechazaron a Jesús, por lo tanto al ser la iglesia quien lo aceptó, es ella la única que será librada de la tribulación y del juicio a los judíos por haber rechazado a Jesús.
4.       Mientras la iglesia está protegida en los cielos por un período de siete (7) años, Israel reconocerá a Jesús y entonces la iglesia descenderá a reinar sobre Israel y el mundo por mil años.
5.       El Espíritu Santo dejará a los que se hayan quedado en la tierra y se irá con la iglesia al cielo.
6.       Finalmente, Otra teología sostiene que Jesús ya está reinando en el mundo, sólo que en secreto mientras el diablo gobierna abiertamente. Luego vendrá el milenio y él reinará a tiempo completo.
                Como dije anteriormente, Yeshua es el autor y protagonista del arrebatamiento. En sus enseñanzas, Él menciona eventos claves que marcarán los tiempos cercanos de su regreso al mundo. Tenemos que aceptar que mientras luchamos afanadamente por preservar las Sagradas Escrituras según nos han sido enseñadas, hemos nacido y sido criados en tiempos en dónde ya se han alterado y manipulado pasajes bíblicos y mal interpretado señales y eventos que a nuestro entender son los originales ya que es único que conocemos. ¡Ya recibimos la teología alterada, por eso no la podemos percibir! Pregúntese lo siguiente, ¿por qué Pablo menciona en Hechos 3:21 que los cielos retienen a Yeshua hasta el tiempo de la restauración de todas las cosas? ¿Por qué Pablo habla de restauración de tiempos a una congregación de creyentes que no han experimentado cambios algunos en sus creencias? La respuesta es simple: Los tiempos de cambios a las creencias y estructuras bíblicas originales estaban a la vuelta de la esquina y los creyentes tenían que saberlo para poder preservar lo que recibieron de parte de Yeshua hasta que Él regresara por ellos y por su descendencia. Por eso es que actualmente el Espíritu Santo está restaurando la creencia que operaba en los tiempos de Yeshua y Pablo.
                El Espíritu Santo está trabajando como una ola gigantesca que arropa el espíritu de un pueblo que le ama y lo espera con ansias y lo está preparando para el momento en el que sean tomados de todas las partes de la tierra nuevamente hasta regresar a Israel. ¡Sí!, a Israel, pues desde allí reinará Yeshua con vara de justicia al resto del mundo.
                La iglesia en general ha heredado la creencia del “rapto secreto” sin percibir los cambios que precedieron a nuestro siglo. Dichos cambios fueron lentos, pero han sido progresivos y firmes. Con sutileza y casi sin discernimiento, estos cambios forman parte de nuestra tradición cristiana. Veamos lo que dice la Biblia con respecto al “rapto”.

Parte IV: Como en los días de Noé… y los días de Lot…
                Han existido predicadores (que en su buena intención y sin conocimiento genuino) han enseñado que la teoría del “rapto pre-tribulacional” sí es bíblica. Sus mensajes suelen tener algún comentario similar al siguiente:
                               
                “El rapto es como un hombre dueño de una finca el cual se aproxima a recoger los frutos de su cosecha,                   pero se   da cuenta que unos frutos han madurado primero, por lo cual dice ‘recogeré estos frutos                   primero pues si no lo hago, éstos podrían caerse y echarse a perder’.”

                Debemos analizar a la luz de la Palabra cada mensaje que recibamos. Debemos preguntarnos si lo que se expone está siendo sustentado por la ella en su sentido original es meramente una opinión aceptada por la audiencia que utiliza un versículo bíblico al azar que mencione algo acerca del tema. Es de suma importancia señalar que nuestro Yeshua es un modelo de obediencia perfecto el cual no vino a cambiar las normas establecidas por su Padre, sino a hacerlas cumplir (Mateo 5:17). Por eso es necesario ilustrar la profecía del arrebatamiento desde la perspectiva hebrea utilizando así el reloj original, el calendario de Elohim (Dios) establecido desde la creación del mundo y la humanidad. Es aquí donde comienza todo.
                El único calendario apoyado bíblicamente es el calendario hebreo. Toda referencia a tiempos o temporadas según se ilustran en la biblia son gobernados por el calendario hebreo el cual se compone de ciclos lunares. Un ejemplo muy básico de esto está en Génesis capítulo uno (1) en el cual se describen a los días como ciclos de “tardes
y mañanas”. Es entre “tardes y mañanas” que aparece la luna. La luna fue puesta en el cielo para que la utilicemos como una herramienta que nos permita entender los tiempos y señales del Eterno. La luna no puede ser honrada, ni reverenciada como lo hacen otras religiones. Nuestro calendario común (civil) es el gregoriano el cual fue establecido en 1582, mucho tiempo después de todas las profecías establecidas en la biblia. Por eso no se puede utilizar el calendario gregoriano para interpretar las Sagradas Escrituras. Vivimos en el calendario gregoriano, pero somos gobernados por el calendario hebreo una vez recibimos a Yeshua como nuestro Rey y Señor. El Eterno estableció el fin desde el principio. Él utilizó la creación para mostrar las temporadas entre la primera y la segunda venida de Yeshua al mundo.

Veamos lo que dicen Isaías 46: 9-10; Salmos 90:4; 2 Pedro 3:8 respectivamente:
               
                "Recuerden cosas que pasaron en el principio, hace tiempo que Yo soy Elohim, y no hay otro; Yo soy Elohim,           y no hay ninguno como Yo. En el principio Yo anuncio el fin. Proclamo por adelantado cosas que no han sido         hechas; y Yo digo que mi plan permanecerá, Yo haré todo lo que me plazca hacer.” “Porque a tu vista mil años              son meramente como ayer o la vigía de la noche.” “Además, queridos amigos, no ignoren esto: con el Adón           (Señor) un día es como mil años, y mil años son como un día.”

                Podemos concluir claramente que si un día en el calendario del Eterno es igual a mil (1,000) años, entonces seis días son equivalentes a seis mil (6,000) años y luego el reposo (día 7/año 7,000). Desde Adán hasta Yeshua (como Mashiach Ben Yosef) han transcurrido 4,000 años. Desde Yeshua como Mashiach Ben Yosef hasta Yeshua como Mashiach Ben David están a punto de transcurrir 2,000 años. En el calendario hebreo la fecha actual es el año 5,773. Si añadimos los 4,000 años antes del nacimiento de Yeshua al calendario actual (gregoriano) sin dividir en dos la historia del mundo (antes y después del nacimiento de Yeshua), podemos concluir que estamos en el año 6,012 (4,000 + 2,012).
                Posteriormente entraremos en más detalles acerca de la semana de la creación y los milenios establecidos en cada uno de ellos. También estudiaremos en detalle más adelante la frase “el día; ni la hora, nadie lo sabe…”, pero debo de enfatizar que aunque no sabemos un día, ni una hora exacta del regreso del Mesías, sí sabemos los tiempos en los cuales se nos advirtió que su regreso estaría más cerca. Veamos Mateo 24:37 y Lucas 17: 28-30 respectivamente:
               
                “Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre…” “Asimismo como sucedió en los días           de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; mas el día en que Lot salió de Sodoma,      llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos. Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.”

                En los días de Noé hubo incredulidad, rebeldía y mucha violencia (Gen. Cap. 6). En los días de Lot hubo hostilidad, idolatría y mucha depravación sexual. Actualmente, el grupo terrorista islámico Hamas es quien junto al resto de los jihadis (soldados de la guerra musulmana) orquestan toda clase de ataques terroristas en contra de Israel. La palabra Hamas en hebreo significa violencia; en árabe significa “servicio a Allah”. En los días del regreso del Mesías estarán operando ambas atmósferas malignas en conjunto. Sólo nos basta con sintonizar las noticias mundiales para que nos demos cuenta que los tiempos en los que vivimos son horrendos y que muchos alegan que nunca vivieron tiempos similares a éstos. De hecho, Yeshua mismo afirma que los tiempos antiguos no se compararán a los tiempos finales los cuales serán peores. (Mateo 24).
                Al ver sistemáticamente que el mundo está en un caos sin precedentes podemos ver que la Palabra del Eterno está cumpliéndose paso a paso y sin dejar ningún detalle afuera. Actualmente, tanto los impíos como los creyentes estamos experimentando momentos de angustia y dolor. Sin embargo, según Pablo nos revela, todavía nos faltan muchas cosas por ver y experimentar antes de que regrese Yeshua a reinar y nos libre, no de la tribulación; ni tampoco del día del juicio; sino del gran día de la ira de Elohim (Dios) contra la humanidad perversa. 

En la actualidad, se enseña la teología del rapto totalmente separada de los eventos mundiales. La percepción general es que primero ocurre un “rapto” y luego comienza el nuevo orden mundial, la manifestación del anticristo y finalmente la Gran Tribulación. Pero con respecto a estos tres eventos tengo que mencionar que ya estamos bajo el nuevo orden mundial. ¡Sí! Ya estamos en el nuevo orden mundial. Este evento (aunque no se ha finalizado) comenzó en el año 325 C.E. con el primer concilio de Nicea. Este gran evento mundial dio inicio a un sistema estructurado y reorganizado en cuanto al estado, finanzas y la religión. Han pasado casi 1,700 años desde que comenzó este sistema de reorganización mundial político-religioso. El objetivo es someter toda nación bajo un solo gobierno, una sola moneda y una sola religión. Si esto hubiese comenzado en nuestros tiempos hubiese sido más fácil detectarlo, pero dado el hecho de que ha ido formándose “tras la cortina” ya forma parte de nuestra estructura social y religiosa.

Parte V: ¿Qué dicen las Sagradas Escrituras? EscudriÑe los siguientes versÍculos:

1 Tesalonicenses 4:13-18
1 Corintios 15:51-52
Apocalipsis 1:7
Daniel 7:13
Zacarías 12:3,8-14
1 Tesalonicenses 1:10
1 Tesalonicenses 5:2-4,6  
2 Tesalonicenses 2:1-12
Mateo 24
Lucas 21:12, 16-20, 22, 24, 25, 37

PARTE VI: EL MISTERIO REVELADO: (NOÉ, LOT, LOS ESCOGIDOS, Y LOS TRANSFORMADOS)
                La Palabra del Eterno nos revela en sus versículos que tanto los justos, como los injustos; los escogidos para salvación, como los escogidos para condenación; toda la humanidad completa, está experimentando y continuará experimentando toda clase de eventos que por separado nos impactan un poco, pero en conjunto, son el cumplimiento de las Sagradas Escrituras según ellas lo han manifestado desde la antigüedad.

CONCLUSION
La teología del Rapto no está sustentada en las Sagradas Escrituras. Es nuestro deber como creyentes en Yeshua (Jesús) afirmarnos en su revelación de los tiempos finales. Nadie tiene mayor autoridad que EL, y los que escribieron acerca de EL en las Sagradas Escrituras, reafirmaron sus enseñanzas; no las cambiaron, ni autorizaron a NADIE más a añadirle nada con respecto a las enseñanzas que nuestro Señor nos dejó para salvación.

¡Shalom! (la paz sea contigo)

Hno. Raúl Rivera











"Consumado Es" [el Gran Sacrificio]


En una ocasión escuché aun buen pastor amigo mío decir lo siguiente:
                               
"La influencia cultural que el mundo ejerce sobre el mensaje bíblico de salvación es muy grande a tal                 punto que este mensaje tiene la necesidad evolucionar para que sea aceptado por la sociedad.”

La búsqueda de algo que haga sentido a nuestro espíritu y que a la vez sea fácil de asimilar entre las multitudes tiende a ser un gran reto para la congregación de los santos llevándolos a sí mismos nadar a favor de la misma corriente mundial que en múltiples ocasiones ha sido de tropiezo para el cuerpo de Cristo (heb. Mashiaj) y que a su vez lo persigue por ser diferente o separado de la corriente del mundo.
               
 Cuando una cosa quiere ser igual a otra; entonces realmente no lo es. Si la iglesia lucha incansablemente por ser atractiva podría caer en el error de imitar lo mismo de lo cual ha sido separada. Esto quiere decir que la congregación llamada a marcar la diferencia mostrando un Dios Justo, Santo, Misericordioso y digno de toda Gloria debe acomodar a Dios de manera que la audiencia lo encuentre atractivo. Entonces ya su palabra deja de ser el centro de comando, operaciones y decisiones para entonces ser la que recibe las opiniones de la audiencia.

La biblia relata que el pueblo escogido de Dios intentó tomar las riendas de la adoración a Dios estableciendo sus opiniones según ellos creían en sus corazones que era lo correcto. Esa necesidad de “adorar algo” los llevó a levantar un becerro de oro lo cual fue abominación para Dios. Sin embargo, Dios mismo interviene de manera sobrenatural revelándoles de su mismo corazón lo que Él deseaba que ellos hicieran para mantenerse puros y separados para El.

Durante el juicio que Dios derrama sobre los egipcios, El les comienza a dar instrucciones de cómo deberían conmemorar la libertad que se acerca. La muerte no los alcanzaría si siguen las instrucciones tal y como El les dice. Exodo 12: 5-14.  Observemos que es Dios mismo quien ordena el sacrificio del cordero, también ordena que lo quemen, lo ingieran y pongan su sangre sobre los postes de las puertas para que la muerte (juicio) no los toque.

Veamos Isaías 53:10 para ver que hace Dios con el cordero que sería ofrecido como sacrificio perfecto para salvar finalmente a sus escogidos.

 Entonces entendemos que Dios ordena al pueblo a comer pan sin levadura y sacrificar el cordero. Pero, ¿Por qué tiene que ser pan sin levadura? Esto es un ejemplo de cómo la harina se hace más grande al momento de que pasa por el fuego. El Cordero perfecto cumplió directamente con la orden dada por su Padre al ofrecerse como el sacrificio de expiación de pecado por el mundo. Mateo 26:17-29.  La celebración de la pascua bíblica está directamente relacionada con la cena, muerte y resurrección de Jesús como el modelo de obediencia perfecto el cual espera de nosotros que en obediencia al padre recordemos la liberación de nuestro pueblo de las manos del opresor.

No solamente faraón sirvió de opresor a los hebreos; sino que otra figura muy importante de la historia eclesiástica también lo es. Su nombre es Constantino quien en el año 325 CE decretó que no se continuara más con la pascua bíblica, sino que se hiciera solemne como había sido decretada en el primer concilio de Nicea. En el año 325 EC, Constantino llamó y presidió el primer concilio general de la iglesia, llamado Concilio de Nicea. Aunque el propósito era resolver disputas entre paganos y cristianos dentro de una misma iglesia, Constantino aprovechó la oportunidad para darle a la iglesia una nueva imagen.

Al presente, la iglesia de Cristo (congregación de los santos) nuevamente se enfrenta al gran reto de permanecer separada de la estructura del mundo. No olvidarse de los seres humanos pero sí alejarse del sistema que los seres humanos utilizan para interpretar a Dios.

En el sacrificio del madero que Yeshua ofreció al Padre hubo sangre en los postes, un Cordero Perfecto, fuego consumidor y una liberación final para sus hijos.  Juan 19:30.

Aunque el sacrificio de Yeshua es eterno, debemos estar listos para cenar con EL nuevamente. Mateo 26:29
Y la restauración de su pueblo ocurrirá cuando TODO su pueblo sea como uno solo. Hechos 3:18-21.

¡Que el Eterno te Bendiga y te Guarde!

Hno. Raúl Rivera