El Último
Shofar es un
mensaje dirigido al espíritu de un pueblo que anhela recibir al Mesías
nuevamente y estar con ÉL por toda una eternidad. Este mensaje nos revela la
intención del corazón de Elohim (Dios) con respecto a la segunda venida de
nuestro Yeshua Ha-Mashiach como Mashiach Ben David (Mesías Hijo de David,
Mesías Rey) a la tierra. Este mensaje es una herramienta de ayuda y enseñanza bíblica
que nos permitirá entender mejor los tiempos que estamos experimentando como
creyentes en la autoridad absoluta de la Palabra del Eterno y nos insta a
prepararnos para poder enfrentarnos a los últimos años que restan antes del
regreso de Yeshua a la tierra.
Parte I: Recomendaciones
Antes de que comience a recibir este mensaje le sugerimos lo siguiente:
1.
Este dispuesto
a razonar sistemáticamente y reconozca la relación que hay entre los sucesos locales y mundiales y
las partes que los protagonizan para que pueda obtener una mayor conciencia
para comprenderlos y poder reaccionar proactivamente. Ignorar ésta relación
puede traer mucho temor y confusión a su alma y consecuentemente terminará
sirviendo a Dios por miedo; no por amor.
2.
Abra su corazón
al entendimiento y analice cada evento con mucho detenimiento y disponga su alma a
escuchar como si fuera la primera vez que se expone a este tema. Cuando incluyo
los nombres “Jesús/Cristo” o “Dios” lo hago distintivamente ya que las
características de estos dos personajes son a base de creencias mezcladas de
griegos y romanos. Cuando cito a Yeshua Ha-Mashiach o a Elohim (Dios) estoy
citando a los correctos nombres de según el original hebreo. La versión bíblica
que uso es La Traducción Hebrea (Sefer-Davar) 2003 de Diego Ascunce y RVR 1960.
Parte II: Los Orígenes de la Teología del “Rapto”
El sacerdote jesuita
español, Emanuel Lacunza (1731-1801) estableció en su libro “La Venida del Mesías en Gloria y Majestad” en
el año 1790, la venida pre-milenaria de Jesucristo, o sea, una
aparición del Mesías ANTES del reino
milenario. Inicialmente, esta obra literaria tuvo objeción por parte de la
Iglesia Católica y la población judía por lo cual se publicó nuevamente bajo el
seudónimo judío de Juan Josafat Ben-Ezra. Eventualmente, esta creencia fue difundida
por Europa hasta llegar a Londres en 1816. Más tarde es traducida al inglés por
Edward Irving en 1827. Cuarenta
(40) años después de la obra literaria de Emanuel Lacunza, en el año 1830
en Irlanda, una joven de 15 años de edad llamada Margaret McDonald (1815-1840) alega
haber recibido una revelación especial en la cual un grupo de creyentes selectos y preparados podrán irse
con el Mesías antes de que comience la Gran Tribulación en el mundo y regresar
con ellos después que se acabe para entonces reinar por siempre.
Un familiar de esta
joven llamado Robert Norton tomó nota de esta visión estableciendo así la
primera vez que alguien en Europa divide en dos la segunda venida del Mesías (ignorando que ya el jesuita
Emanuel Lacunza había también comenzado a hablar de esto). Mientras tanto,
desde la famosa capilla
Regent Square Presbiteryan Church en Londres, John Darby, un famoso líder religioso, le
dio vida y fama a esta nueva visión difundiéndola por el resto de Europa. Algunos
opinan que Emanuel Lacunza escribió su libro basándose en las visiones de
Margaret McDonald, pero esta opinión no coincide con la historia de la vida de
ambos puesto que Emanuel Lacunza culminó los tres tomos de su obra en el año
1790, veiticinco (25) años ANTES de que naciera Margaret McDonald. La
visión de Margaret McDonald ocurrió catorce (14) años después que falleciera
Emanuel Lacunza. Sin embargo, podemos concluir que ambos eventos fueron
precursores en la presente teología del rapto pre-tribunacionalista.
El apóstol Pablo fue
muy claro al advertirle a la comunidad mesiánica en Tesalónica, aproximadamente
20 años después de la ascensión de Yeshua al cielo, que no se dejaran engañar por ningún espíritu
o carta que hablara acerca del regreso de Yeshua a la tierra como si fuera algo
que era respaldado por alguno de los apóstoles o como si fuera indicado por el
Espíritu de Dios (2 Tesalonicenses 2). ¡Pablo hablaba bajo la unción y el
poder del Espíritu Santo advirtiéndoles precisamente que en el futuro alguien
escribiría acerca de la segunda venida del Mesías como si fuera algo adicional
y revelado a otros por encima de lo que el Espíritu Santo ya había manifestado
a la congregación del primer siglo a través de las Sagradas Escrituras!
No podemos explicar en detalle esta teoría del
“rapto pre-tribulacionanistla” si no incluímos la teología del dispensacionalismo
en este mensaje. Esta teología afirma que Dios ha
empleado diferentes medios de administración de su voluntad y su gracia según
los diferentes períodos de la historia humana. La distinción del
dispensacionalismo es que sostiene que Israel como nación y la Iglesia como
cuerpo de Cristo no forman un único
pueblo de Dios, sino dos pueblos con profecías, promesas y destinos diferentes.
Más adelante, en otro estudio comprobaremos que este señalamiento de
sustitución de destinos y profecías es incorrecto. El dispensacionalismo fue
creado por un grupo de creyentes del movimiento pre-tribulacionalista a fines
del siglo XIX. Este grupo de creyentes interpretó las profecías de las 69 y 70 semanas de Daniel para
clasificar la administración de la voluntad de Dios en la humanidad en
diferentes secciones o “dispensaciones”.
La
obra de Emanuel Lacunza, la visión de Margaret McDonald y la teología de las
dispensaciones según los movimientos pre-tribulacionalistas y el protestantismo
fundamentalista fueron eventualmente integradas al sistema de enseñanza
teológica que formó parte de una nueva teoría difundida por el Moody Bible
Institute de Chicago para la primera década del siglo XX que utilizó la famosa
Biblia Anotada de Scofield como su libro de texto. En esta biblia, el Sr.
Scofield aporta su teoría en cuanto a la misteriosa desaparición de creyentes
en Cristo de una forma secreta.
Estas diferentes
teologías y creencias solamente han podido ser sustentadas utilizando “una
nueva visión o revelación” ya que nadie, ni siquiera las escrituras señalan
que ésta haya sido la enseñanza mostrada por Yeshua a sus discípulos, ni
tampoco fuera profetizada por los sabios ni profetas de la antigüedad. Por eso
debemos cuidarnos de establecer o sustentar creencias que parezcan ser reveladoras
y no lo sean.
Hay un rabino que
admiro y respeto por sus enseñanzas el cual suele decir que “si algo es viejo, probablemente es cierto;
si algo es nuevo, probablemente no lo es.” No perdamos de vista que
mientras el adversario persigue y desacredita al pueblo judío, nuevamente
intenta levantar la pared de separación que una vez Yeshua derribó en el madero
(Efesios 2:11-22). Nuestro adversario está tratando de fomentar otra creencia aparte
y diferente de la establecida en la Palabra de Elohim (Dios) que el pueblo
judío preservó y cuidó por tantos años.
Parte III: ¿Está sustentado “el rapto” según Lacunza, McDonald, y
Scofield en las Sagradas Escrituras?
Lee con detenimiento
cada una de las siguientes frases o enseñanzas. Estas frases o enseñanzas son
muy populares dentro del evangelismo tradicional. Hemos escuchado cada una de
ellas, o al menos la gran mayoría de ellas. En muy pocas ocasiones (o casi
ninguna) se ha cuestionado el origen de ellas, sino que al contrario, se
continuan predicando y creyendo en su veracidad simplemente porque hemos respetado
y confiado quien no las ha enseñado. Similarmente, así les sucedió a
ellos(as) también, lo cual nos recuerda que seamos misericordiosos,
cuidadosos y compasivos al momento de hablar de este tema. El Señor ha sido
misericordioso y ha esperado pacientemente por nosotros y con su amor nos ha
traído de vuelta hacia su Palabra. Así debemos de ser nosotros con nuestro
prójimo.
Leamos las
siguientes frases o enseñanzas:
1.
Como recompensa por haber aceptado a Cristo, la Iglesia Cristiana escapará
del mundo justo antes de que comiencen los tiempos de tribulación y la
aparición del anticristo.
2.
El “rapto” es un evento repentino, secreto y aislado del mundo.
Sólo los cristianos que se hayan quedado se darán cuenta.
3.
Los judíos rechazaron a Jesús, por lo tanto al ser la iglesia quien lo
aceptó, es ella la única que será librada de la tribulación y del juicio
a los judíos por haber rechazado a Jesús.
4.
Mientras la iglesia está protegida en los cielos por un período de
siete (7) años, Israel reconocerá a Jesús y entonces la iglesia
descenderá a reinar sobre Israel y el mundo por mil años.
5.
El Espíritu Santo dejará a los que se hayan quedado en la tierra y
se irá con la iglesia al cielo.
6.
Finalmente, Otra teología sostiene que Jesús ya está reinando en el
mundo, sólo que en secreto mientras el diablo gobierna abiertamente.
Luego vendrá el milenio y él reinará a tiempo completo.
Como dije
anteriormente, Yeshua es el autor y protagonista del arrebatamiento. En sus
enseñanzas, Él menciona eventos claves que marcarán los tiempos cercanos de su
regreso al mundo. Tenemos que aceptar que mientras luchamos afanadamente por
preservar las Sagradas Escrituras según nos han sido enseñadas, hemos nacido y
sido criados en tiempos en dónde ya se han alterado y manipulado pasajes
bíblicos y mal interpretado señales y eventos que a nuestro entender son los originales
ya que es único que conocemos. ¡Ya recibimos la teología alterada, por eso
no la podemos percibir! Pregúntese lo siguiente, ¿por qué Pablo menciona en
Hechos 3:21 que los cielos retienen a Yeshua hasta el tiempo de la restauración
de todas las cosas? ¿Por qué Pablo habla de restauración de tiempos a una
congregación de creyentes que no han experimentado cambios algunos en sus creencias?
La respuesta es simple: Los tiempos de cambios a las creencias y estructuras
bíblicas originales estaban a la vuelta de la esquina y los creyentes tenían
que saberlo para poder preservar lo que recibieron de parte de Yeshua hasta que
Él regresara por ellos y por su descendencia. Por eso es que actualmente el
Espíritu Santo está restaurando la creencia que operaba en los tiempos
de Yeshua y Pablo.
El Espíritu Santo
está trabajando como una ola gigantesca que arropa el espíritu de un pueblo que
le ama y lo espera con ansias y lo está preparando para el momento en el que
sean tomados de todas las partes de la tierra nuevamente hasta regresar a
Israel. ¡Sí!, a Israel, pues desde allí reinará Yeshua con vara de justicia al
resto del mundo.
La iglesia en
general ha heredado la creencia del “rapto secreto” sin percibir los cambios
que precedieron a nuestro siglo. Dichos cambios fueron lentos, pero han sido progresivos
y firmes. Con sutileza y casi sin discernimiento, estos cambios forman
parte de nuestra tradición cristiana. Veamos lo que dice la Biblia con respecto
al “rapto”.
Parte IV: Como en los días de Noé… y los días de Lot…
Han existido
predicadores (que en su buena intención y sin conocimiento genuino) han
enseñado que la teoría del “rapto pre-tribulacional” sí es bíblica. Sus
mensajes suelen tener algún comentario similar al siguiente:
“El rapto es como un hombre dueño de una finca el cual se aproxima a
recoger los frutos de su cosecha, pero
se da cuenta que unos frutos han
madurado primero, por lo cual dice ‘recogeré estos frutos primero pues si no lo hago,
éstos podrían caerse y echarse a perder’.”
Debemos analizar a
la luz de la Palabra cada mensaje que recibamos. Debemos preguntarnos si lo
que se expone está siendo sustentado por la ella en su sentido original es
meramente una opinión aceptada por la audiencia que utiliza un versículo bíblico
al azar que mencione algo acerca del tema. Es de suma importancia señalar que
nuestro Yeshua es un modelo de obediencia perfecto el cual no vino a cambiar
las normas establecidas por su Padre, sino a hacerlas cumplir (Mateo 5:17). Por
eso es necesario ilustrar la profecía del arrebatamiento desde la perspectiva
hebrea utilizando así el reloj original, el calendario de Elohim (Dios)
establecido desde la creación del mundo y la humanidad. Es aquí donde comienza
todo.
El único calendario apoyado
bíblicamente es el calendario hebreo. Toda referencia a tiempos o temporadas
según se ilustran en la biblia son gobernados por el calendario hebreo
el cual se compone de ciclos lunares. Un ejemplo muy básico de esto está en
Génesis capítulo uno (1) en el cual se describen a los días como ciclos de “tardes
y mañanas”. Es entre “tardes y
mañanas” que aparece la luna. La luna fue puesta en el cielo para que la
utilicemos como una herramienta que nos permita entender los tiempos y señales
del Eterno. La luna no puede ser honrada, ni reverenciada como lo hacen otras
religiones. Nuestro calendario común (civil) es el gregoriano el cual fue
establecido en 1582, mucho tiempo después de todas las profecías
establecidas en la biblia. Por eso no se puede utilizar el calendario
gregoriano para interpretar las Sagradas Escrituras. Vivimos en el calendario
gregoriano, pero somos gobernados por el calendario hebreo una vez recibimos a
Yeshua como nuestro Rey y Señor. El Eterno estableció el fin desde el
principio. Él utilizó la creación para mostrar las temporadas entre la
primera y la segunda venida de Yeshua al mundo.
Veamos lo que dicen Isaías 46: 9-10; Salmos 90:4; 2 Pedro 3:8
respectivamente:
"Recuerden cosas que pasaron en el
principio, hace tiempo que Yo soy Elohim, y no hay otro; Yo soy Elohim, y no hay ninguno como Yo. En el
principio Yo anuncio el fin. Proclamo por adelantado cosas que no han sido hechas; y Yo digo que mi plan
permanecerá, Yo haré todo lo que me plazca hacer.” “Porque
a tu vista mil años son
meramente como ayer o la vigía de la noche.” “Además, queridos amigos, no ignoren
esto: con el Adón (Señor) un día
es como mil años, y mil años son como
un día.”
Podemos
concluir claramente que si un día en el calendario del Eterno es igual a mil
(1,000) años, entonces seis días son equivalentes a seis mil (6,000) años y
luego el reposo (día 7/año 7,000). Desde Adán hasta Yeshua (como Mashiach Ben
Yosef) han transcurrido 4,000 años. Desde Yeshua como Mashiach Ben Yosef hasta
Yeshua como Mashiach Ben David están a punto de transcurrir 2,000 años. En el
calendario hebreo la fecha actual es el año 5,773. Si añadimos los 4,000 años
antes del nacimiento de Yeshua al calendario actual (gregoriano) sin dividir en
dos la historia del mundo (antes y después del nacimiento de Yeshua), podemos
concluir que estamos en el año 6,012
(4,000 + 2,012).
Posteriormente
entraremos en más detalles acerca de la semana de la creación y los milenios
establecidos en cada uno de ellos. También estudiaremos en detalle más adelante
la frase “el día; ni la hora, nadie lo
sabe…”, pero debo de enfatizar que aunque no sabemos un día, ni una hora
exacta del regreso del Mesías, sí sabemos
los tiempos en los cuales se nos advirtió que su regreso estaría más cerca.
Veamos Mateo 24:37 y Lucas 17: 28-30 respectivamente:
“Mas como en
los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre…” “Asimismo como
sucedió en los días de Lot;
comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió
del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos. Así será el día en que el
Hijo del Hombre se manifieste.”
En
los días
de Noé hubo incredulidad, rebeldía y mucha violencia (Gen. Cap. 6). En los días
de Lot hubo hostilidad,
idolatría y mucha depravación sexual. Actualmente, el grupo terrorista islámico
Hamas es quien junto al resto de los
jihadis (soldados de la guerra musulmana) orquestan toda clase de ataques
terroristas en contra de Israel. La palabra Hamas
en hebreo significa violencia; en
árabe significa “servicio a Allah”. En
los días del regreso del Mesías estarán operando ambas atmósferas malignas en conjunto. Sólo nos basta con
sintonizar las noticias mundiales para que nos demos cuenta que los tiempos en
los que vivimos son horrendos y que muchos alegan que nunca vivieron tiempos
similares a éstos. De hecho, Yeshua mismo afirma que los tiempos antiguos no se
compararán a los tiempos finales los cuales serán peores. (Mateo 24).
Al
ver sistemáticamente que el mundo
está en un caos sin precedentes podemos ver que la Palabra del Eterno está
cumpliéndose paso a paso y sin dejar ningún detalle afuera. Actualmente, tanto
los impíos como los creyentes estamos experimentando momentos de angustia y
dolor. Sin embargo, según Pablo nos revela, todavía nos faltan muchas cosas por
ver y experimentar antes de que regrese Yeshua a reinar y nos libre, no de la
tribulación; ni tampoco del día del juicio; sino del gran día de la ira de
Elohim (Dios) contra la humanidad perversa.
En la actualidad, se enseña la teología del
rapto totalmente separada de los eventos mundiales. La percepción
general es que primero ocurre un “rapto” y luego comienza el nuevo orden
mundial, la manifestación del anticristo y finalmente la Gran Tribulación. Pero
con respecto a estos tres eventos tengo que mencionar que ya estamos bajo el
nuevo orden mundial. ¡Sí! Ya estamos en el nuevo orden mundial. Este evento
(aunque no se ha finalizado) comenzó en el año 325 C.E. con el primer concilio
de Nicea. Este gran evento mundial dio inicio a un sistema estructurado y
reorganizado en cuanto al estado, finanzas y la religión. Han pasado casi 1,700
años desde que comenzó este sistema de reorganización mundial
político-religioso. El objetivo es someter toda nación bajo un solo gobierno,
una sola moneda y una sola religión. Si esto hubiese comenzado en nuestros
tiempos hubiese sido más fácil detectarlo, pero dado el hecho de que ha ido
formándose “tras la cortina” ya forma parte de nuestra estructura social
y religiosa.
Parte V: ¿Qué dicen las Sagradas Escrituras? EscudriÑe los siguientes versÍculos:
1 Tesalonicenses 4:13-18
1 Corintios 15:51-52
Apocalipsis 1:7
Daniel 7:13
Zacarías 12:3,8-14
1 Tesalonicenses 1:10
1 Tesalonicenses 5:2-4,6
2 Tesalonicenses 2:1-12
Mateo
24
Lucas 21:12,
16-20, 22, 24, 25, 37
PARTE VI: EL MISTERIO REVELADO: (NOÉ, LOT, LOS
ESCOGIDOS, Y LOS TRANSFORMADOS)
La Palabra del Eterno nos revela en sus versículos que
tanto los justos, como los injustos; los escogidos para salvación, como los
escogidos para condenación; toda la humanidad completa, está experimentando y
continuará experimentando toda clase de eventos que por separado nos impactan
un poco, pero en conjunto, son el cumplimiento de las Sagradas Escrituras según
ellas lo han manifestado desde la antigüedad.
CONCLUSION
La teología del Rapto no está sustentada en las Sagradas Escrituras. Es nuestro deber como creyentes en Yeshua (Jesús) afirmarnos en su revelación de los tiempos finales. Nadie tiene mayor autoridad que EL, y los que escribieron acerca de EL en las Sagradas Escrituras, reafirmaron sus enseñanzas; no las cambiaron, ni autorizaron a NADIE más a añadirle nada con respecto a las enseñanzas que nuestro Señor nos dejó para salvación.
¡Shalom! (la paz sea contigo)
Hno. Raúl Rivera
Muy buen estudio me encanto...me llamo Rony y me encataria que dieses un repaso al misterio de las dos casas de Israel...Hashem continue revelandose a tu vida siempre...shalom aj.
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