En una ocasión escuché aun buen pastor amigo
mío decir lo siguiente:
"La influencia cultural que el mundo ejerce sobre el mensaje bíblico de salvación es muy grande a tal punto
que este mensaje tiene la necesidad evolucionar para que sea aceptado por la
sociedad.”
La búsqueda de algo que haga
sentido a nuestro espíritu y que a la vez sea fácil de asimilar entre las
multitudes tiende a ser un gran reto para la congregación de los santos
llevándolos a sí mismos nadar a favor de la misma corriente mundial que en
múltiples ocasiones ha sido de tropiezo para el cuerpo de Cristo (heb. Mashiaj)
y que a su vez lo persigue por ser diferente o separado de la corriente del
mundo.
Cuando una cosa quiere ser igual
a otra; entonces realmente no lo es. Si la iglesia lucha incansablemente por
ser atractiva podría caer en el error de imitar lo mismo de lo cual ha sido
separada. Esto quiere decir que la congregación llamada a marcar la diferencia
mostrando un Dios Justo, Santo, Misericordioso y digno de toda Gloria debe
acomodar a Dios de manera que la audiencia lo encuentre atractivo. Entonces ya
su palabra deja de ser el centro de comando, operaciones y decisiones para
entonces ser la que recibe las opiniones de la audiencia.
La biblia relata que el pueblo
escogido de Dios intentó tomar las riendas de la adoración a Dios estableciendo
sus opiniones según ellos creían en sus corazones que era lo correcto. Esa
necesidad de “adorar algo” los llevó a levantar un becerro de oro lo cual fue
abominación para Dios. Sin embargo, Dios mismo interviene de manera
sobrenatural revelándoles de su mismo corazón lo que Él deseaba que ellos
hicieran para mantenerse puros y separados para El.
Durante el juicio que Dios
derrama sobre los egipcios, El les comienza a dar instrucciones de cómo
deberían conmemorar la libertad que se acerca. La muerte no los alcanzaría si
siguen las instrucciones tal y como El les dice. Exodo 12: 5-14. Observemos
que es Dios mismo quien ordena el sacrificio del cordero, también ordena que lo
quemen, lo ingieran y pongan su sangre sobre los postes de las puertas para que
la muerte (juicio) no los toque.
Veamos Isaías 53:10 para ver que hace Dios con el cordero que sería
ofrecido como sacrificio perfecto para salvar finalmente a sus escogidos.
Entonces entendemos que Dios
ordena al pueblo a comer pan sin levadura y sacrificar el cordero. Pero, ¿Por
qué tiene que ser pan sin levadura? Esto es un ejemplo de cómo la harina se
hace más grande al momento de que pasa por el fuego. El Cordero perfecto cumplió
directamente con la orden dada por su Padre al ofrecerse como el sacrificio de expiación de
pecado por el mundo. Mateo 26:17-29. La celebración de la pascua bíblica está
directamente relacionada con la cena, muerte y resurrección de Jesús como el modelo
de obediencia perfecto el cual espera de nosotros que en obediencia al padre
recordemos la liberación de nuestro pueblo de las manos del opresor.
No solamente faraón sirvió de opresor a los hebreos;
sino que otra figura muy importante de la historia eclesiástica también lo es.
Su nombre es Constantino quien en el año 325 CE decretó que no se continuara
más con la pascua bíblica, sino que se hiciera solemne como había sido
decretada en el primer concilio de Nicea. En el año 325 EC, Constantino llamó y presidió el primer concilio
general de la iglesia, llamado Concilio de Nicea. Aunque el propósito era
resolver disputas entre paganos y cristianos dentro de una misma iglesia,
Constantino aprovechó la oportunidad para darle a la iglesia una nueva imagen.
Al presente, la iglesia de Cristo (congregación de
los santos) nuevamente se enfrenta al gran reto de permanecer separada de la
estructura del mundo. No olvidarse de los seres humanos pero sí alejarse del
sistema que los seres humanos utilizan para interpretar a Dios.
En el sacrificio del madero
que Yeshua ofreció al Padre hubo sangre en los postes, un Cordero Perfecto,
fuego consumidor y una liberación final para sus hijos. Juan 19:30.
Aunque
el sacrificio de Yeshua es eterno, debemos estar listos para cenar con EL
nuevamente. Mateo 26:29
Y la
restauración de su pueblo ocurrirá cuando TODO su pueblo sea como uno solo.
Hechos 3:18-21.
¡Que el Eterno te Bendiga y te Guarde!
Hno. Raúl Rivera
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