El
afán de añadir estrategias psicológicas y audio/visuales a los versos
bíblicos es un atentado contra el mensaje limpio y puro de la Palabra de
Dios. Eso es lo mismo que tentar al Señor (citando la Palabra según el
deseo del hombre). Cuando me sorprendí en esa atmósfera carnal era una
carga demasiado pesada, no cesaba la competencia entre los centros
evangélicos por obtener reconocimiento y seguidores
(impactando la ciudad) y confusamente seguía un modelo de hombres, no
de Dios. Me dí cuenta que el único que no competía era el Espíritu
Santo, pues su misión es más elevada que cualquier carátula impactante o
declaraciónes proféticas fuera de contexto espirutual. Simplemente, si
no hay Palabra del Eterno (Torá = Instrucción = Mandato) en la vida del
ser humano, lo único que se vive es un mero escándalo en dónde el ego,
la confusión, la ignorancia y la arrogancia muestran sus mejores
colores. Si dentro del corazón del cristiano hay desprecio por el pueblo
Judío y viceversa, entonces Jesús no puede morar en ninguno. No se
puede amar a Jesús y despreciar a su pueblo amado. EL mostró su modelo
de obediencia siendo Judío, no romano o griego. ¿Amas a Jesús? No añadas
tantas "cositas lindas" a la Palabra, pues ella se sostiene en sí misma
y es autoritaria en escencia y carácter y no depende de una foto de un
gatito, ni lo ostentoso de la fiebre del ego (apostólica) para hacer su
trabajo.
Para reflexionar. ¡Que Adonai te bendiga!
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